La historia de un mono que eligiendo en que valores invertir supera a Traders profesionales. Gentileza de Inverbloque.
En 1988 el Wall Street Journal, inspirado por Burton Malkiel y su libro “Paseo aleatorio por Wall Street” lanzo el retó al mundo de la bolsa de si eran capaces de vencer a un mono con los ojos vendandos lanzando dardos contras las paginas del diario donde figuraban las cotizaciones. Las compañías tocadas por el dardo formarían la cartera de valores.
Esta cartera de valores fue comparada con los fondos de inversión y por los portafolios construidos por varios analistas de prestigio. El experimento demostró que un chimpancé podía batir los resultados y previsiones de los analistas, lo cual hizo subir a mas de uno los colores. Esta cartera había superado el 85% de los fondos.
El diario económico Expansión hizo la prueba en 1998, según el libro de José Antonio Fernández Hodar “Manual del buen bolsista”. El mono llamado Merlín lo pusieron a competir con varios departamentos de análisis españoles. Merlín ganó por “goleada” a los departamentos y algunos analistas se negaron a seguir compitiendo con el diestro animal, pues lo consideraron deshonroso.
Así se ha creado un elemento de la jerga bursátil pues elegir una cartera de valores al azar se denomina la cartera del mono, esta puede ser más rentable que pensarla concienzudamente algunas veces.
Sin embargo, no todos piensan lo mismo. Hay autores que dicen que el experimento del mono no es más que un mito y que para batir al mercado hay que hacerlo de forma sistemática y no sirven elecciones aleatorias.
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