dilluns, 6 d’octubre del 2008

La Marsellesa

Esta es la letra de La Marsellesa, el himno francés. Descubrí la letra viendo uno de esos partidos de rugby entre Francia y la Pérfida Albión, léase Inglaterra. La letra es dura, altamente beligerante, estás con nosotros o contra nosotros. ¿Todo debe ser así? ¿Existe el gris en la guerra o en el amor?

Marchemos, hijos de la patria,
Que ha llegado el día de la gloria
Contra nosotros se alza
El sangriento estandarte de la tiranía,(bis)
¿No oís bramar por las campiñas
A esos feroces soldados?
Pues vienen a degollar
A vuestros hijos y a vuestras esposas

¡A las armas, ciudadanos!
¡Formad vuestros batallones!
Marchemos, marchemos,
¡Que una sangre impura
empape nuestros surcos!
¡A las armas, ciudadanos!
¡Formemos nuestros batallones!
Marchemos, marchemos,
¡Que una sangre impura
empape nuestros surcos!

¿Qué pretende esa horda de esclavos,
de traidores, de reyes conjurados?
¿Para quién son esas innobles trabas,
y esas cadenas tiempo ha preparadas? (bis)
¡Para nosotros, franceses ! ¡Oh, qué ultraje !
¡Ningún arrebato debe ponernos nerviosos!
Es a nosotros a quienes pretenden sumir
De nuevo en la antigua esclavitud.

¡Y qué! ¿Sufriremos que esas tropas extranjeras
dicten la ley en nuestros hogares,
y que esas falanges mercenarias
venzan a nuestros valientes guerreros?
¡Gran Dios! ¡Con las manos encadenadas,
nuestros frentes bajo el yugo se doblegarían!
¡Los viles déspotas llegarían a ser
los maestros del destino!

¡Temblad, tiranos, y también vosotros, pérfidos,
Oprobio de todos los partidos!
¡Temblad! Vuestros actos parricidas
van al fin a recibir su castigo. (bis)
Todos son soldados para combatiros
Si perecen nuestros héroes,
Francia produce otros nuevos
siempre dispuestos a luchar contra vosotros.

¡Franceses, como magnánimos guerreros
sufrid o rechazad los golpes!
Perdonad a estas pobres víctimas
que contra su voluntad se arman contra nosotros. (bis)
¡Pero el déspota sanguinario,
pero los cómplices de Bouillé,
todos esos tigres que, sin piedad,
desgarran el corazón de su madre!...

¡Amor sagrado de la patria,
conduce y sostén nuestros brazos vengadores!
¡Libertad, libertad querida,
lucha junto a tus defensores (bis)
¡Bajo nuestras banderas, que la victoria
acuda a tus valientes llamadas!
¡Que tus enemigos expirantes
vean tu triunfo y nuestra gloria!

("Estrofa de los muchachos")
Nosotros tomaremos el camino
cuando nuestros mayores ya no estén,
Allí encontraremos sus cenizas
y la huella de sus virtudes. (bis)
No estaremos tan celosos de seguirles
Como de compartir su tumba;
¡Nosotros tendremos el sublime orgullo de vengarles o seguirles!